“…puede que uno de los padres se levante y
salga a trabajar incluso antes de que se hayan levantado sus hijos. En caso de
que sí coincidan todos a primera hora, cada uno desayunará rápido y por
separado, sin sentarse a la mesa y sin dedicar a este momento al menos veinte
minutos, como sería recomendable….quizá uno de los padres pueda acompañarles al
colegio, pero es probable que esta compañía sólo llegue al autobús que hace la
ruta para llegar a clase, sobre todo cuando los padres trabajan lejos de donde
viven... además los niños se quedarán, por norma general en el comedor, sin
llegar a casa hasta que acabe el colegio o las clases, acabando su jornada “educativa”
a las 17 o las 18 h o en el caso de los adolescentes a las 14-15 h.
… Y, a
partir de este momento, empiezan las verdaderas dificultades para la familia.
Se puede considerar afortunada aquella en la que uno de los padres tiene
un horario comprimido, un turno de mañana, o trabaja en una empresa en la
que existen políticas de conciliación que le permitan hacer coincidir su
horario de salida con la salida del colegio de sus hijos….
En cuestiones de conciliación, los niños son
los que más sufren y, sin embargo, los que menos voz y voto tienen en este
asunto.
Desde la Fundación internacional O’belén, queremos
que estas pequeñas notas que a continuación exponemos, ayuden a concienciar a
favor de la conciliación, aprendamos desde la óptica que nos compete, empleado,
empresa, jefe, trabajador… a ponernos en
el lugar de los niños y niñas, hijos e hijas que en la mayoría de las ocasiones
pasan el tiempo en actividades extraescolares o con otras personas que no son
sus padres, cuando no es solos en casa, conocidos como “niños llave”. Como
padres y madres que llegan cansados en la mayoría de las ocasiones de una larga
jornada de trabajo es importante, desde una perspectiva psicológica, conocer
qué actividades desearían realizar nuestros hijos/as con nosotros, comunicarnos
con ellos y dar valor al tiempo que pasamos con nuestra familia, a pesar de que
las cosas en nuestro día laboral no nos hayan salido como esperábamos.
En este
sentido es importante que el tiempo en casa lo utilicemos para convivir y
dialogar con nuestros hijos, preguntarles por sus sentimientos y preocupaciones,
ofreciéndoles apoyo y escucha para crear, a pesar de la ausencia durante el
día, un apego saludable y consistente.
Si bien la buena educación debe trasmitirse en todo el
entorno del niño, es
en el núcleo familiar donde comienza y
donde existe mayor capacidad de influencia, por lo que es responsabilidad de
los padres trasmitírselo.Pero, ¿cómo podemos hacerlo cuando apenas tenemos tiempo de estar con
nuestros hijos/as y sin perder la paciencia, tras un día de trabajo?
Para conseguirlo, queremos aportar desde nuestra experiencia
en el cuidado de la infancia y sus familias, cinco pautas fundamentales:
1. Dar ejemplo: Si los niños ven cómo sus padres se comportan de una forma adecuada y coherente, sin perder la calma, a pesar del día que hayamos tenido, ellos aprenderán por imitación. Así, hemos de tener presente que aunque nuestros hijos sean pequeños, perciben y entienden a su manera lo que le ocurre a sus padres, por lo que es importante ser claros en nuestras actuaciones.
1. Dar ejemplo: Si los niños ven cómo sus padres se comportan de una forma adecuada y coherente, sin perder la calma, a pesar del día que hayamos tenido, ellos aprenderán por imitación. Así, hemos de tener presente que aunque nuestros hijos sean pequeños, perciben y entienden a su manera lo que le ocurre a sus padres, por lo que es importante ser claros en nuestras actuaciones.
2. Enseñarles directamente: Tantas veces como necesiten, corrigiendo sus errores como si estos los hubieran cometido por primera vez. Debemos de tener en cuenta que no hemos de obligarlos de forma coactiva, sino decirles qué es lo que nos gustaría que hicieran y comprobar que lo han entendido, preguntándoles o pidiéndoles que nos expliquen con sus palabras lo que les hemos transmitido.
3. Refuerzo positivo: Cuando pongan en práctica lo aprendido o consideremos que lo están intentando debemos elogiarles y reconocer el mérito, una mirada y una sonrisa, una caricia o un simple gesto de complicidad, es mucho más gratificante para nuestros hijos que cualquier regalo. Esto les hace sentirse bien y procurarán repetir el comportamiento.
4. Comunicar sentimientos: Es importante que siempre haya tiempo para hablar en familia y que además de ocupar un tiempo para el diálogo, mientras compartimos alguna actividad gratificante con nuestros hijos, a pesar del duro día, dediquemos tiempos diferentes a cada uno de ellos, diferenciando necesidades, sentimientos y ofreciendo concesiones en función de la edad, de las preocupaciones o demandas que nuestros hijos nos hagan, dando importancia así a la individuación de cada uno. Que se sientan escuchados y si en un momento, por falta de tiempo no podemos ofrecerles lo que nos piden, no olvidar que siempre hay otro momento para recordarse lo y dárselo, sin que quede en el olvido.
5. Constancia y rutinas: a pesar de que a veces no podemos pasar todo el tiempo posible con
nuestros hijos, es muy importante mantener las rutinas que estructuran su
vida y ser muy constantes y sistemáticos con las pautas y normas de casa y no sentirnos culpables por ello, más cuando apenas
estamos poco tiempo con nuestros hijos y cambiar esta forma de ver las cosas pensando que con
las normas, las rutinas y nuestra sistematicidad estamos educando a nuestros
hijos/as con calidad y dando verdadero valor a nuestro y su tiempo en familia.
Nuestra Fundación quiere acercar a través de sus programas Life Balance la importancia de cuida a las familias de los trabajadores ya que consideramos que no sólo es importante que el
empleado, padre/madre, tenga en cuenta estos criterios, sino que desde las
empresas se potencie el pensamiento en nuestros menores, que son el futuro, proporcionando a los empleados medidas para
conciliar, formación en temas educativos, estrategias para el cuidado de
calidad de los hijos/as, hábitos
saludables en la familia, desde el
ámbito laboral de tal forma que además de proporcionar atención y estrategias educativas especializadas a nuestros trabajadores directamente cuidamos
a sus familias y a nuestra infancia.
A través de los siguientes dibujos, podemos
ver como los niños desean que sus padres estén mas tiempo en casa y la importancia
que le dan al tiempo que pasan o les
gustaría pasar con sus padres.
Así Reflexionemos, pues "una imagen vale más que mil palabras".
Fuente imágenes: concurso escolar “¿Cuánto tiempo tienes para mí? realizado por ARHOE ”Asociación para la racionalización de los
horarios españoles”.
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