lunes, 24 de junio de 2013

CONVIERTE TUS EMOCIONES EN PRODUCTIVIDAD


La tensión emocional provocada por la crisis interfiere directamente con las relaciones cotidianas; buscar estímulos positivos permite mejorar la percepción de cada día.
Por lo tanto las actitudes negativas influyen directamente en el desempeño laboral cotidiano.
El entendimiento del mundo, lo realizamos a nivel cognitivo pero lo experimentamos con el emocional. Por ello nuestra percepción de la realidad tiene mucho que ver con la congruencia entre la expectativa emocional que tenemos respecto a algo, y lo que emocionalmente experimentamos; por ejemplo si la película de miedo realmente nos asustó la reconocemos como "buena", y si nos hizo reír más que asustarnos, entonces no habrá cumplido la expectativa que teníamos respecto a ella y no lo aprobaremos.
Las emociones impactan en nuestra conducta, para bien y para mal. Hay muchas cosas que no hacemos porque nuestras emociones nos lo impiden y esto también afecta en todos los ámbitos.
En situaciones sociales y económicas como las que vivimos, nuestras emociones están a flor de piel y por varias razones, a veces hemos postergado muchas, aguantamos otras, si somos líderes de equipos es a nosotros a quienes nos toca tranquilizar a los demás, pero nuestra emocionalidad sigue presente.
Tenemos miedo, estrés, incertidumbre, un sentimiento legitimo de preocupación y agobio; Lo importante es ser consciente de las mismas y lograr un cambio de actitud, desde el mismo momento que demos cuenta de esto, ya que si dejamos pasar los cambios, tratar  de ser positivo cada día será más difícil, porque cada día habrá menos espacio en tu saco mental de emociones.

La reacción en cadena principalmente se da por acumulación; no por repetición del estímulo (si te cuento el mismo chiste 10 veces seguidas dejas de reírte). Así desde Life Balance y la Fundación Internacional O’Belén, queremos acercaros algunos consejos que consideramos de gran utilidad para que la emocionalidad trabaje a favor de uno y no en su contra:

1.    Ten especial cuidado con las emociones que te permites los primeros minutos del día, ya que estas modifican la química de tu cerebro y te hacen susceptible o no a otras emociones.
2.    Prepara desde la noche anterior toda tu rutina matutina, la de tus hijos, familia, es preferible cansarte unos minutos más, en la noche, arreglando la ropa, los almuerzos, las tareas, que desgastar tu actitud en detalles logísticos por la mañana,  generando estrés por pequeñeces desde el comienzo del día.
3.    Busca empezar el día con estímulos de emociones positivas, puedes, por ejemplo, charlar tranquilamente en el desayuno, dejando tiempo para disfrutar de ello, preparar un montón de fotos de tus hijos y hacer la rutina de revisar 5 cada mañana, inclusive compartirlas en el desayuno, etc.
4.    De camino al colegio es importante escuchar música, charlar en el coche acerca de algo divertido, jugar adivinanzas, hasta dejarlos en la escuela o realizar cualquier cosa que genere emocionalidad positiva.
5.    Especialmente ocupa tu mente en el traslado de tu casa a la oficina, si sabes que en el camino habrá tráfico o te espera un largo trayecto de transporte público; conscientemente decide ocupar tu mente en un buen libro, en las clases de inglés, en escuchar la radio o en repasar la receta de cocina que harás al llegar a casa, pero mantén ocupados tus pensamientos para que la parte cognitiva reine y no te permita emocionalidad negativa antes de llegar a la oficina.
6.    No te enganches en emociones de displacer, déjalas pasar.
7.    Practica la tolerancia.
8.    Hablar de la crisis y de situaciones negativas genera acumulación pero también libera emocionalidad, es decir, por un lado te descargas pero por el otro tienes que escuchar la versión de tu interlocutor, lo que te da nuevos estímulos adversos. Procura escoger adecuadamente a las personas para descargarte, busca liderazgo, fortaleza y actitud posita en ellos, si alguien te escoge a ti, escucha con tu hemisferio cognitivo, no con el emocional.
9.    Si estás viviendo un nivel emocional adverso elevado, toma una pausa, interrumpe unos minutos tu tarea cotidiana para romper el efecto acumulativo.
10.    Haz ejercicio, es buen momento para usar la endorfina para descargar  tus emociones y te hará disfrutar de un sueño más profundo y reparador.
11.    En casa con tus hijos, familia  o pareja, disfruta de la calidez, de las emociones positivas que hay entre la familia  y trata de ser empático, sobre todo tenemos que mencionar que  los niños se angustian mucho con el efecto acumulador de ver angustiado a sus padres, aunque lo que les suceda nada tenga que ver con ellos o con la familia.
12.    Antes de dormir es importante hacer un breve inventario mental de todas las cosas buenas que uno tiene en su vida, salud, familia, techo, privilegios y agradecerlo. Agradécete a ti mismo también por lo que has logrado.

La crisis puede traer momentos complicados pero lo que realmente altera el equilibrio emocional no es el derrumbe, sino la cantidad de tiempo que tardemos en remover los escombros.

Necesitas que todo tu talento este enfocado en pro de tus objetivos productivos y que tus emociones sean usadas como palancas proactivas de la acción.


Piensa, reflexiona y actúa para conseguir productividad con tus emociones.





miércoles, 19 de junio de 2013

Reflexionando Obelén: CONSTRUCCIÓN DE LA RESILIENCIA en la FAMILIA

La familia es un factor preponderante en la formación de personas sanas física y psíquicamente  Si un niño tiene sus necesidades básicas satisfechas, tiene más opciones de éxito en el futuro, si a esto le añadimos el contacto físico, las caricias y el respeto de sus padres o familiares, su desarrollo en todos los aspectos será armónico. 

Greenspan (1996) enumera una serie de condiciones familiares que favorecen la resiliencia entre los niños y jóvenes:




• Estructura y reglas claras dentro del hogar.
• Apoyo entre los cónyuges.
• Estrategias familiares de afrontamiento eficaces.
• Prácticas de cuidado y crianza efectivas.
• Interacción y apego entre padres e hijos (la presencia de una relación cálida y de apoyo al menos con uno de los padres, protege o mitiga los efectos nocivos de un medio adverso).
• Expectativas positivas de los padres sobre el futuro de sus hijos.
• Responsabilidades compartidas en el hogar.
• Apoyo de los padres en las actividades escolares de los hijos.
• Redes familiares fuertemente extendidas y redes de apoyo externas (amigos, vecinos, etc.).
• Participación de la familia en actividades extrafamiliares.
• Oportunidades de desarrollo y de responsabilidad.


lunes, 17 de junio de 2013

CORRESPONSABILIDAD, COSA DE DOS.

Corresponsabilidad y pareja son dos palabras que deberían ir enlazadas. El reparto de responsabilidades es cosa de dos, y la unión de una pareja funcionará mucho mejor si esas dos personas se implican por igual en la rutina diaria/ familiar que han decidido compartir.
Al igual que  consideramos desde la Fundación O' Belén que una sociedad es mucho más saludable y eficiente si toda su comunidad se siente partícipe de ella y si sus miembros de comprometen activamente para hacerla funcionar, pensamos también que una relación es mucho más duradera y sana si los dos se esfuerzan y ponen sus energías en ella.

El secreto es motivarte y motivar, dar y recibir, ser un soporte incondicional y al mismo tiempo dejarle claro a tu pareja que su apoyo es también fundamental para ti.

Esta filosofía debe aplicarse también en el ámbito de las tareas domésticas. Aunque sea uno de los temas menos atractivos, sobre todo en la actualidad que ambas personas dedican su tiempo además de al hogar, al trabajo y esto puede desencadenar fácilmente discusiones entre la pareja, dado que las actividades en casa son parte de la rutina diaria.
Las tareas del hogar requieren corresponsabilidad. Desde el primer día es adecuado cultivar la corresponsabilidad: división equilibrada de las tareas, que primero serán tan simples como cocinar o limpiar, y en un futuro pueden suponer educar y cuidar a los hijos.

Desde los Programas Life Balance consideramos que el objetivo es conseguir que las tareas se realicen de forma igualitaria sin renunciar a la calidad de vida. No se trata de priorizar ni una cosa ni la otra, sino de fusionarlas y decidir cómo lidiar con las tareas sin que sean una sobrecarga.



En cuanto a la corresponsabilidad, tiene que quedar muy claro que uno/a no ayuda, puesto que la ayuda se ofrece para solucionar asuntos ajenos, sino que se colabora se trabajar de forma común. Si, por ejemplo, uno de los miembros de la pareja trabaja muchas más horas fuera de casa y cuando llega está cansado, esa ha sido su decisión y, por tanto, no le exime de asumir su responsabilidad en el hogar. Quizá si no sería adecuado restablecer sus prioridades y por su puesto conciliar. Porque la corresponsabilidad no sólo facilita el día a día, sino que establece una base sólida entre dos.

La corresponsabilidad, por tanto, requiere un gran esfuerzo por ambas partes y no es tarea fácil. Aún así, tal esfuerzo se ve premiado con la garantía de una relación más estable y saludable, ya que la unión hace la fuerza. Y un gran poder siempre requiere una gran responsabilidad.


miércoles, 12 de junio de 2013

Reflexionando O' Belén: Hijos favoritos. Como equilibrar la balanza


Un estudio realizado  por Catherine Conger, profesora de Desarrollo Humano y Comunitario de la Universidad de California en Davis, reunió a un grupo de 384 pares de hermanos y a sus padres, revelando que si una madre y/o un padre tiene una marcada preferencia por uno de sus hijos/as, estos tendrán un menor bienestar emocional cuando sean adultos.

Mientras que los otros pueden sentir resentimiento, los favoritos pueden experimentar el rechazo de sus hermanos y sobre - estrés por las expectativas de sus progenitores.

Al final, concluyó que el 65% de las madres y el 70% de los padres exhibían una clara preferencia por uno de sus hijos, normalmente el más mayor.

  • Además el 85% de los hijos/as percibe favoritismo hacia uno de ellos/as.
Es normal que los padres sientan mayor afinidad por alguno de sus hijos/as pero deben de ocuparse en crear vínculos diferenciados de acuerdo a la personalidad de cada niño.

CÓMO EQUILIBRAR LA BALANZA
  • Entendiendo que los hijos/as son diferentes a los padres e incluso pueden tener talentos e intereses completamente opuestos.
  • Las normas del hogar deben de ser claras y exigir su cumplimiento a todos los hijos/as, matizándolas sólo de acuerdo con la edad de cada hijo/a.
  • Evitando proyectar en los hijos/as los objetivos que los padres no alcanzamos en nuestra niñez.Eso implica No ver a los hijos/as como medio de realización personal.
  • Si nuestros hijos/as se quejan por el favoritismo hacia un hermano/a, es un tema que tendremos que hablar con él/ella y proponer soluciones.
El favoritismo no necesariamente genera una reacción traumática en los niños, pero nosotros como psicólogos, aconsejamos tratar de crear vínculos especiales con cada hijo/a.
  • La clave es que ninguno se sienta menos querido/a.


lunes, 10 de junio de 2013

CONCILIAR II: LA IMPORTANCIA DE UNA AUTORIDAD POSITIVA. Lo que hemos de hacer como padres.

En el post Life Balance del lunes pasado, aprendimos como conciliar evitando algunos errores, que como padres mantenemos con nuestros hijos y siendo conscientes de esto nos evitaremos muchos disgustos en la vuelta del trabajo a casa.

Una vez que sabemos lo que hemos de evitar, hoy la Fundación O’Belén os quiere acercar algunos “trucos” sencillos que trabajamos en profundidad en las escuelas de familia - empresa, para fomentar la armonía  y reducir los problemas familiares, encaminados a ofrecer un desarrollo equilibrado a los hijos y proporcionar paz a las personas y al hogar, como ya os anticipamos la semana pasada.

Estas pautas sólo requieren, por un lado, del convencimiento -muy importante- de que son efectivas y, por otro, de llevarlas a la práctica de manera constante y coherente.

Algunas de estas técnicas ya han sido comentadas al hablar en el anterior post de  los errores. 
En este post de hoy,  enunciaremos brevemente, actuaciones concretas y positivas que ayudan a tener prestigio y autoridad positiva ante los hijos:

  • Tener unos objetivos claros de lo que pretendemos cuando educamos. Es la primera condición sin la cual podemos dar muchos palos de ciego.
  • Enseñar con claridad cosas concretas. Al niño no le vale decir "sé bueno", "pórtate bien" o "come bien".
  • Dar tiempo de aprendizaje. Una vez hemos dado las instrucciones concretas y claras, las primeras veces que las pone en práctica, necesita atención y apoyo mediante ayudas verbales y físicas, si es necesario.
  • Valorar siempre sus intentos y sus esfuerzos por mejorar, resaltando lo que hace bien y pasando por alto lo que hace mal.
  • Dar ejemplo para tener fuerza moral y prestigio. Sin coherencia entre las palabras y los hechos, jamás conseguiremos nada.
  • Confiar en nuestro hijo. La confianza es una de las palabras clave. La autoridad positiva supone que el niño tenga confianza en los padres.
  • Actuar y huir de los discursos. Una vez que el niño tiene claro cual ha de ser su actuación, es contraproducente invertir el tiempo en discursos para convencerlo.
  • Reconocer los errores propios. Nadie es perfecto, los padres tampoco. El reconocimiento de un error por parte de los padres da seguridad y tranquilidad al niño/a y le anima a tomar decisiones aunque se pueda equivocar

Todo esto sin olvidar que Educar es estimar. El amor hace que las técnicas no conviertan la relación en algo frío, rígido e inflexible y, por lo tanto, superficial y sin valor a largo plazo. El amor supone tomar decisiones que a veces son dolorosas, a corto plazo, para los padres y para los hijos, pero que después son valoradas de tal manera que dejan un buen sabor de boca y un bienestar interior en los hijos y en los padres.

Feliz día de conciliación.



miércoles, 5 de junio de 2013

Reflexionando O´Belén: ¿Qué entorno quieres para crecer?

Según el nivel de responsabilidad familiar del entorno del empleado que una organización quiera establecer con ellos. Podemos obtener y estar en distintos tipos de entornos.

Conocer y evaluar que los ámbitos familia y trabajo se enriquecen mutuamente le permitirá a las empresas implementar flexibilidad y asumir la responsabilidad familiar corporativa para obtener mejores resultados, ya comprobados con una mayor productividad, más competitividad y sostenibilidad, y por supuesto más responsabilidad reflejada en un mayor compromiso y fidelización de sus colaboradores. 

El modelo diferencia cuatro entornos dentro de las organizaciones: 

  • Contaminante.
  • Difícil.
  • Positivo.
  • Enriquecedor.



Adquirir un entorno enriquecedor implica sistemáticamente facilitar la conciliación trabajo - familia. 

 Dentro de los valores de la dirección  en dicho entorno se destaca:


  • el apoyo emocional.
  • el apoyo instrumental.
  • un modelo a seguir y la gestión de las políticas.


Se trata de un proceso que está alineado con un liderazgo de dimensión más allá de un mero resultado ya que tiene motivaciones trascendentes además de los motivos intrínsecos y extrínsecos con los que la organización se beneficia.

¡Identifica y elige!

lunes, 3 de junio de 2013

CONCILIAR I: LA IMPORTANCIA DE UNA AUTORIDAD POSITIVA. Lo que hemos de evitar como padres.

Tener autoridad, que no autoritarismo, es básico para la educación de nuestros hijos e hijas. Debemos marcar límites y objetivos claros que les permitan diferenciar qué está bien y qué está mal, pero uno de los errores más frecuentes de padres y madres es excederse en la tolerancia, esto suele ocurrir debido a que pensamos que pasamos más tiempo en el trabajo, fuera de casa,  que con ellos… y entonces empiezan los problemas. 
Hay que llegar a un equilibrio, ¿cómo conseguirlo para tener autoridad? 

En  algunas de las charlas que la Fundación O’ Belén ha impartido en Escuelas de Familia - Empresa, hemos tratado cuestiones como:
- Una madre nos pregunta: ¿Qué hago si mi hijo está subido  de pie en la silla y no quiere bajar?
-
 Dígale que baje, - le dice el formador.
-
 Ya se lo digo, pero no me hace caso y no baja- responde la madre con voz de derrotada.
-
 ¿Cuántos años tiene el niño?- preguntamos.
-
 Tres años - afirma la madre.
Situaciones semejantes a ésta se presentan frecuentemente cuando  impartimos formación en  dichas ”Escuelas de Familia”. Generalmente suele ser la madre quien pone la cuestión sobre la mesa aunque a nuestra formación asistan los dos. El padre por norma general simplemente asiente, bien con un silencio cómplice, bien afirmando con la cabeza, porque  no hay que olvidar que el problema es de los dos, evidentemente.
¿Qué ha pasado para que en tan pocos meses una pareja de personas adultas, triunfadoras en el campo profesional/ laboral  y social, hayan dilapidado el capital de autoridad que tenían cuando nació su hijo/a?
Actuaciones paternas y maternas, a veces llenas de buena voluntad, minan la propia autoridad y hacen que los niños/as primero y los adolescentes después no tengan un desarrollo equilibrado y feliz con la consiguiente angustia para los padres, que influye en todos sus ámbitos de actuación. El padre o la madre que primero reconoce no saber qué hacer ante las conductas disruptivas de su pequeño y que, después, siente que ha perdido a su hijo/a adolescente, no puede disfrutar de una buena calidad de vida, por muy bien que le vaya económica, laboral y socialmente, porque ha fracasado en el "negocio" más importante: la educación de sus hijos.

¿Cuáles son los errores más frecuentes que padres y madres cometemos cuando interaccionamos con nuestros hijos/as?
Quizá los que nos leéis en alguna ocasión habéis cometido cada uno o alguno de los errores que a continuación mencionamos. No os preocupéis por ello. No es un desastre. 
Es lo normal, en cualquier persona que intenta educar todos los días. Y esto, tiene su parte positiva. Quiere decir que intentáis educar, lo cual ya es mucho.

Estos son los principales errores que, con más frecuencia, debilitan y disminuyen la autoridad de los padres, madres y familias:
  • La permisividad. Es imposible educar sin intervenir. El niño/a, cuando nace, no tiene conciencia de lo que es bueno ni de lo que es malo. No sabe si se puede rayar en las paredes o no. Los adultos somos los que hemos de decirle lo que está bien o lo que está mal. El dejar que se ponga de pie encima del sofá porque es pequeño, por miedo a frustrarlo o por comodidad es el principio de una mala educación. Un hijo/a que hace "fechorías"(y saben muy bien que las hacen) que sus padres no corrigen, piensa que es porque estos ni lo estiman ni lo valoran. Los niños/as necesitan referentes y límites para crecer seguros y felices.
  • Ceder después de decir no. Una vez que se ha decidido a actuar, la primera regla de oro a respetar es la del no. El no es innegociable. Nunca se puede negociar el no y este es el error más frecuente y que más daño hace a los niños. Cuando vayamos a decir no a nuestros hijos, hay que pensarlo bien, porque no hay marcha atrás. Si le ha dicho su hijo/a que hoy no verá la televisión, porque ayer estuvo más tiempo del que debía y no hizo los deberes, no puede ver la televisión aunque nos pida de rodillas y por favor, con cara suplicante, llena de pena, otra oportunidad. Así que pensemos en lo que vamos a decir a nuestro hijo/a y si lo vamos a poder cumplir. En cambio, el sí, sí se puede negociar. Si piensa que el niño puede ver la televisión esa tarde, negocie con él qué programa y cuanto rato.
  • El autoritarismo. Es el otro extremo de  la permisividad. Es intentar que el niño/a haga todo lo que como padres queremos, sin que demos lugar a negociación o reflexión alguna por su parte, anulando su personalidad. El autoritarismo sólo persigue la obediencia por la obediencia. Su objetivo no es lograr una persona equilibrada y con capacidad de autodominio, sino hacer una persona sumisa, sin iniciativa. Es tan negativo para la educación como la permisividad.
  • Falta de coherencia. Ya hemos dicho que los niños/as han de tener referentes y límites estables. Las reacciones de los padres han de ser siempre dentro de una misma línea ante los mismos hechos. Nuestro estado de ánimo ha de influir lo menos posible en la importancia que se da a los hechos. Si hoy está mal rayar en la pared, mañana, también, hayamos tenido el día que sea en el trabajo…
    Igualmente es fundamental la
     coherencia entre el padre y la madre. Si el padre le dice  que se ha de comer con los cubiertos, la madre le ha de apoyar y viceversa. No debe caer en la trampa de que alguno de los dos diga: "Déjalo que coma como quiera, lo importante es que coma", ya que hay determinadas pautas de convivencia que previamente ambos padres deben de establecer, para  hacer y ser “equipo”, esté uno u otro en casa.
  • Gritar. Perder los estribos. A veces es difícil no perderlos, somos conscientes. De hecho toda persona sincera, que educa, reconoce haberlos perdido alguna vez en mayor o menor medida. Perder los estribos supone un abuso de la fuerza que conlleva deterioro de la autoestima para el niño/a. Además, a todo se acostumbra uno. Los niños/as también se amoldan a los gritos a los que cada vez harán menos caso, consiguiendo sólo desesperarnos y lograr una situación totalmente desbocada, recordemos:”Perro ladrador, poco mordedor”. 
  •  Gritar conlleva un gran peligro inherente. Cuando los gritos no dan resultado, la ira puede pasar fácilmente a otras conductas más graves: enfado mantenido, descalificaciones e incluso conductas completamente descontroladas, que son palabras mayores. Nunca debemos llegar a este extremo. Si los padres se sienten desbordados, deben pedir ayuda: tutores, psicólogos, escuelas de padres...
  • No cumplir las promesas ni las amenazas. El niño/a aprende muy pronto que cuanto más promete o amenaza su padre/madre, menos cumple lo que dicen. Cada promesa o amenaza no cumplida es un girón de autoridad que se queda por el camino. Las promesas y amenazas deber ser realistas, es decir fáciles de aplicar. Un día sin tele o sin salir, es posible. Un mes es imposible.
  • No Negociar. ya que hacerlo supone autoritarismo y abuso de poder y por lo tanto incomunicación. Camino ideal para que en la adolescencia se rompan las relaciones entre los padres y los hijos.Así se debe negociar aquello que consideremos que se puede, (un no como hemos visto, es innegociable) pero dar la opción de negociar implica flexibilidad y apertura al cambio.
  • No escuchar.  unos buenos padres son los que escuchan a su hijo aunque estén hablando por teléfono, si en ese momento no puedo atenderle, se lo hago saber y  retomo la conversación, cuando le pueda escuchar con todos los sentidos. Muchos padres se quejan de que sus hijos no los escuchan. y el problema es que ellos no han escuchado nunca a sus hijos. Los han juzgado, evaluado y les han dicho lo que habían de hacer, pero escuchar... nunca.
  • Exigir éxitos inmediatos. Con frecuencia, los padres tienen poca paciencia con sus hijos/as. Querrían que fueran los mejores... ¡ya!. Con los hijos/as  olvidamos que nadie ha nacido enseñado. Y todo requiere un periodo de aprendizaje con sus correspondiente errores. Esto que admitimos en los demás nos es difícil soportar cuando se trata de nuestros hijos/as, en los que sólo se ven las cosas negativas y que, lógicamente, "para que el niño/a aprenda" caemos en el error de repetirlas una y otra vez, sin lograr así un aprendizaje.

En educación lo que deja huella en el niño no es lo que se hace alguna vez, sino lo que se hace continuamente de forma consistente y sabiendo que nuestros hijos/as han entendido lo que les solicitamos. Así lo importante es que, tras un periodo de reflexión, los padres consideren, en cada caso, las actuaciones que pueden ser más negativas para la educación de sus hijos, y traten de ponerles remedio.


En el próximo post hablaremos de pautas para ofrecer un desarrollo equilibrado a nuestros hijos/as y mejorar la convivencia familiar siendo corresponsables.

miércoles, 29 de mayo de 2013

Reflexionando O' Belén: Las 100 mejores frases para ser feliz


Queremos acercaros aquello que las personas consideran importante para ser feliz en el trabajo. Adecco ha realizado, por medio de una muestra anecdótica pero ilustrativa,  una encuesta abierta a 1.800 personas en las que se les ha plateado dicha idea "qué es lo que te hace falta para ser feliz en tu trabajo". 

Algunos de estos aspectos podrían hacer reflexionar a muchas empresas para hacer más feliz la vida laboral a sus empleados... 



“Más amistad, más dinero y menos rutina” (funcionario de 45 a 55 años). 

“Seguridad de empleo, promoción de cursos y mejora, un pequeño incremento salarial” 
(informático de 35 a 44 años). 
“Necesito sentirme útil, ver que lo que hago tiene resultados, no tanto económicamente como 
en satisfacción de los requisitos de los clientes. Necesito sentirme valorada” (ingeniera de 35 a 44 años). 
“Tener un horario que me permita compatibilizar mi vida laboral con mi vida privada, así tener 
más tiempo para vivir” (informática de 35 a 44 años). 
“Estar más fresco en verano” (mecánico de 45 a 55 años). 
“Madrugar menos” (mecánico de 35 a 44 años). 
“No tener un 5% de descuento en mi nómina por una crisis que yo no he provocado” 
(funcionario de 35 a 44 años). 
“Un marco legal estable y coherente, menos burocracia sin sentido y estabilidad económica, a 
día de hoy no garantizada” (farmacéutico de 35 a 44 años). 
“Teletrabajo desde casa” (informático de 25 a 34 años). 
“Saber aguantar tu trabajo, ya es una felicidad” (funcionario de 35 a 44 años). 
“Nada, todo es perfecto” (funcionaria de 35 a 44 años). 
“Que mi jefe tenga mejor carácter” (contable de 45 a 55 años). 
“Cambiar de trabajo o no trabajar” (administrativa de 35 a 44 años). 
“Ver que la demás gente rinde igual o más que yo y que no pierde el tiempo en el trabajo con 
facebook's y compañía” (administrativo de 25 a 34 años). 
“Tener contrato fijo” (enfermera de 25 a 34 años). 
“Cambiar mi mesa de lugar” (administrativa de 45 a 55 años). 
“Ganar más, trabajar menos y que mi jefe muera lentamente” (abogado de 45 a 55 años). 
“Horario continuo. No trabajar por las tardes” (administrativa de 45 a 55 años). 
“Volver a mi antiguo trabajo” (administrativo de 35 a 44 años). 
“Que me toque una primitiva y jubilarme” (informático de 45 a 55 años). 
“Cobrar mejor, llevo 8 años cobrando lo mismo” (educadora de 35 a 44 años). 
“Superiores debidamente formados” (policía de 35 a 44 años). 
“Menos presión laboral y algún compañero menos mala persona” (contable de 35 a 44 años). 
“Mejores relaciones con mis jefes” (policía de 35 a 44 años). 
“Que se cumplan los horarios del sector y que dejen de utilizar la cultura del miedo para obligar 
a hacer horas gratis y no poder conciliar la vida personal” (administrativo de 35 a 44 años). 
“Libertad de acción, aceptación de ideas, poder planificar mi tiempo según me convenga” 
(educadora de 35 a 44 años). 
“Cambiar a menudo de puesto” (informático de 25 a 34 años). 
“Que mi jefe se jubile” (abogada de 25 a 34 años). 
“Que me dejen hacer mi trabajo como lo hacía antes y no hacer el que no me pertenece por 
falta de personal” (dependienta de 25 a 34 años). 
“Más amabilidad en la gente” (conductor de 45 a 55 años). 
“Un trabajo más relacionado con lo que he estudiado, donde me den opciones de aprender 
más, coger experiencia, con opción de mejor sueldo y puesto fijo” (administrativa de 25 a 34 
años). 
“Pasión” (criminalista de 35 a 44 años). 
“Aprobar la oposición y ser funcionario, en lugar de sustituto” (informático de 25 a 34 años). 
“Ser mi propio jefe, trabajar por cuenta ajena. En muy pocas empresas se consigue  satisfacción en el trabajo. Pienso que trabajar no hace feliz a nadie” (administrativo de 45 a 55 
años). 
“En realidad no me hace falta nada más que más medios” (funcionaria de 45 a 55 años). 
“Ver que se optimizan los recursos humanos y materiales en mi lugar de trabajo” (informática 
de 35 a 44 años). 
“Que se valore el trabajo del profesor. Que tengamos más peso social” (educador de 35 a 44 
años). 
“Que me promocionasen más ya que poseo una carrera universitaria y me voy a quedar 
estancada ahí de por vida” (administrativa de 45 a 55 años). 
“Más tiempo para estar con la familia” (contable de 45 a 55 años). 
“Tener más tiempo para aprender más, es una actividad que se renueva constantemente” 
(informático de 35 a 44 años). 
“Que se vaya una anticompañera que tengo” (administrativo de 45 a 55 años). 
“Más emoción” (ingeniera de 25 a 34 años). 
“Todo” (enfermera de 45 a 55 años). 
“Respeto” (dependiente de 45 a 55 años). 
“Cobrar más. Tener más capacidad de creación y decisión” (administrativo de 35 a 44 años). 
“Más respeto de los jefes y más dinero, desde que estalló la crisis, están abusando del trabajador” (albañil de 45 a 55 años). 
“Coherencia en las decisiones de la dirección” (financiero de 45 a 55 años). 
“Motivación y jefes que valoren el trabajo” (funcionaria de 45 a 55 años). 
“Tener un trabajo en mi profesión, para poder ejercerla” (ingeniero de 35 a 44 años). 
“Poder viajar, no estar siempre en la oficina” (contable de 35 a 44 años). 
“Hay demasiada rutina y mi trabajo ocupa demasiado tiempo en mi vida, a veces me da la  sensación de que solo vivo para el trabajo” (doctora especialista). 
“Un jefe con sentido común” (contable de 35 a 44 años). 
“Un salario digno” (ingeniera de 25 a 34 años). 
 “Montar mi propio negocio” (comercial de 35 a 44 años). 
“Mayor sueldo, más inteligencia en jefes y compañeros, que se hagan mejor las cosas, mejor 
organización, más libertad” (informática de 35 a 44 años). 
“Menos estrés” (arquitecto de 45 a 55 años). 
“Especializarme en algún campo nuevo y que sea de mi interés y útil para mi profesión” (ingeniera de 25 a 34 años). 
“Simplemente que me paguen” (arquitecta de 25 a 34 años). 
“Tener compañeros agradables y cariñosos” (contable de 25 a 34 años). 
“Menos monotonía” (administrativo de 45 a 55 años).
“Más vacaciones” (ingeniero de 25 a 34 años). 
“Me siento muy bien en mi trabajo, muy satisfecho” (economista de 45 a 55 años). 
“Autoridad para tomar mis propias decisiones” (psicólogo de 25 a 34 años). 
“Conseguir todavía más libertad, para poder actuar con coherencia y desarrollar todo el 
potencial” (deportista de 45 a 55 años). 
“Compañeros pro-activos al trabajo” (arquitecto de 25 a 34 años). 
“Un mejor salario y clima laboral” (educador de 35 a 44 años). 
“Menos explotación” (limpiador de 45 a 55 años). 
“Todo en mi trabajo está bien, menos mi jefe. Es bastante bipolar y nunca sabes por donde te 
saldrá... por suerte, viene solo dos días a la semana, y sería más feliz si nunca viniera” 
(psicólogo de 25 a 34 años). 
“Tener menos presión” (informática de 25 a 34 años). 
“Un puesto de mayor responsabilidad” (dependiente de 45 a 55 años). 
“Sentir que aporto algo” (investigador de 45 a 55 años). 
“Buena remuneración, sentirme valorado en el trabajo, saber que puedo crecer 
profesionalmente, estar tan a gusto que me dé la sensación de que no estoy trabajando” 
(traductor de 25 a 34 años). 
“Más recursos y mayor formación” (educadora de 35 a 44 años). 
“Más consideración con mi trabajo. Muchos creen que es la profesión más descansada del 
mundo y no se dan cuenta del trabajo que supone” (artista de 45 a 55 años). 
“Más armonía de los compañeros de trabajo” (administrativo de 45 a 55 años). 
“Que se me reconozca el trabajo extra” (informática de 35 a 44 años). 
“Aire acondicionado” (cocinera de 25 a 34 años). 
“Tener metas y un ascenso profesional” (funcionaria de 45 a 55 años). 
“Honestidad, comprensión y cooperación” (publicista de 25 a 34 años). 
“Tener mayor frecuencia de descanso para estar con los seres queridos” (física de 25 a 34  años). 
“Tener un trabajo fijo, que sea estable” (dependiente de 35 a 44 años). 
“Que mi sueldo se adecue al trabajo realizado, ya que entre congelaciones y reducciones gano  lo mismo que hace cinco años” (funcionario de 45 a 55 años). 
“Nada, ya soy feliz” (traductora de 25 a 34 años).  
“Mejor ambiente de trabajo sin apuros en mi descanso y volver tranquilo a casa” (telefonista de 
25 a 34 años). 
“Estar más valorado por mi trabajo que por afinidad o peloteo” (mozo de 45 a 55 años). 
“Un trabajo bien remunerado con el que pueda conciliar la vida laboral con la vida familiar” 
(administrativa de 25 a 34 años). 
“Estoy contenta con mi trabajo” (empresaria de 35 a 44 años). 
“Ganar más sueldo y que me paguen las horas extras y me hagan fija” (administrativo de 45 a 55 años). 
“Poder trabajar para un empresa, en vez de ser autónomo para tener un trabajo” (comercial de 45 a 55 años). 
“Ilusión” (fotógrafa, de 25 a 34 años). 
“Trabajar menos tiempo” (ingeniero de 25 a 34 años). 
“Menos estrés en el trabajo, cada vez se trabaja con más presión tanto dentro de la empresa 
como por parte de clientes” (ingeniero de 35 a 44 años). 
“Compañeros con más sentido del humor” (ingeniera de 25 a 34 años). 
“Un trabajo de menos esfuerzo físico y algo más de dinero” (peón de 25 a 34 años). 
“Un cambio de trabajo y de compañeros” (administrativa de 45 a 55 años). 
“Un nuevo jefe” (dependienta de 25 a 34 años). 
“Otra persona con la que compartir el trabajo, para poder hacerlo bien sin estrés ni errores por 
las prisas” (secretaria de 35 a 44 años). 
“Me haría falta más capacitación para poder ascender en mi puesto laboral” (administrativo de 
25 a 34 años). 
“Lo mejor para ser feliz en mi trabajo es no perderlo” (administrativo de 45 a 55 años). 
“Nada, soy feliz” (informática de 25 a 34 años). 


fuente: (http://www.adecco.es/_data/NotasPrensa/pdf/304.pdf)


lunes, 27 de mayo de 2013

EXITO Y LIDERAZGO , sinónimo de CONCILIACION LABORAL

Cada vez hay más empresas que buscan favorecer el equilibrio entre la vida familiar y laboral de sus empleados.

Podemos decir que  “la cocina es como la conciliación empresarial. Hay que saber mezclar los ingredientes  adecuados y necesarios para que a todos los comensales les guste el plato". Un estudio hecho por Fundación Masfamilia asegura que las compañías que ponen en marcha medidas como la flexibilidad de horarios, seguro de vida, aumento de días de vacaciones o seguro médico incrementan tanto el bienestar como la productividad de los trabajadores.
Más de cien grandes empresas -las llamadas empresas efr que han implantado una serie de medidas innovadoras- colaboraron mediante un cuestionario cuyos resultados fueron que la mayoría de los trabajadores demandan mejoras en la calidad del empleo y flexibilidad temporal y espacial. Además, en el estudio queda patente que aquellas compañías que ponen al servicio de los trabajadores una serie de ayudas, como material escolar o servicios de salud, son más activas que aquellas que "siguen encasilladas en un sistema antiguo, fallido y caduco. La conciliación laboral es sinónimo de éxito y liderazgo".

Para los trabajadores de Mutua Madrileña, "la empresa debe asumir su responsabilidad social ante sus trabajadores, un modelo que se adecue a los empleados y a sus necesidades. Solo así habrá una mayor rentabilización del sistema productivo". Algunas de las empresas que han participado en 1000-1 recetas para conciliar van más allá y han implantado, entre sus profesionales, una serie de propuestas que suponen un escaso coste para la empresa y un gran beneficio para el trabajador, como la incorporación progresiva tras la baja de maternidad, el walking meeting -reunirse en espacios verdes para fomentar la creatividad- o desayunos de empresa en vez de largas comidas.
El estudio subraya que España aún está lejos de algunos países europeos, como Holanda o Finlandia, ambos a la cabeza de los nuevos modelos empresariales. En España solo el 8% de las compañías han adoptado el teletrabajo como una herramienta laboral más ya que se percibe que en España todavía existe ese miedo a trabajar a distancia utilizando las nuevas tecnologías. No sabemos trabajar sin la presencia del jefe y sin el empleado.

Para estas empresas efr es importante el factor de la productividad. "Está demostrado que las empresas que más pagan no son las que mejor empleados tienen, de ahí que haya que motivar al trabajador con incentivos. La empresa debe animar a sus empleados para que sean ellos mismos los que quieran invertir con sus capacidades en la empresa, y no lo contrario".
Fuentes:
Fundacion mas familia: www.fundacionmasfamilia.org  

viernes, 24 de mayo de 2013

Vida Obelén.

Como venimos haciendo desde hace un tiempo, os hacemos un recorrido de vida por los blogs de la Fundación, acercándoos las ultimas novedades. 
Aquí os dejamos las novedades de la Fundación Internacional O'Belén en su labor con los menores:

Y sobre el Equipo Esperi: http://www.equipoesperi.com/equipo_esperi/Inicio.html, vamos a destacar:
  1. Articulo, muy interesante sobre depresión en la adolescencia: http://conectandosemillas.blogspot.com.es/2013/05/depresion-en-la-adolescencia.html donde nos refieren a los propios síntomas, factores de protección y pautas a tener en cuaenta cuando un adolescente sufre esta patología.
  2. Post en el que se nos habla de: Niños autistas en el aula. La experiencia un aulaescolar de caracter  preferente:  http://conectandosemillas.blogspot.com.es/2013/05/blog-post_14.html.
  3. Autoestima e imagen corporal en la adolescencia: http://conectandosemillas.blogspot.com.es/2013/05/autoestima-e-imagen-corporal-en-la.html. Donde se nos informa de cómo fortalecer la imagen corporal de nuestros hijos y de  la importancia de una buena autoestima.

Así que tómate unos minutos y ponte al día con toda la información  de la Fundación Internacional O'Belén.
Feliz  Fin de Semana!


              http://www.equipoesperi.com/
               http://www.obelen.es/