Ya la Convención sobre los Derechos del
Niño establece que la familia es “el
grupo fundamental de la sociedad y el medio natural para el crecimiento y el
bienestar de los niños” y debe
recibir, por tanto, la protección y asistencia necesarias para poder asumir
plenamente sus responsabilidades dentro de la comunidad. De acuerdo a esto,
proporcionar una crianza saludable y adecuada a los niños y las niñas implica:
• Proveerles de cuidado y protección.
Cubrir sus necesidades fisiológicas y afectivas.
• Proporcionarles un entorno que
ofrezca estabilidad, orientación, rutinas ordenadas y la flexibilidad necesaria
para adecuarse a su desarrollo evolutivo. Los niños y niñas necesitan ser
guiados por sus padres mediante normas y límites razonables.
• Valorarles y respetarles de tal
manera que sus opiniones sean escuchadas y tenidas en cuenta.
• Ofrecerles una educación que potencie
al máximo sus cualidades e inculque el respeto por los derechos humanos.
La Fundación Internacional O`Belén quiere sumarse a a recomendación
explícita europea y considera tal como en esta se expone, que la mejor educación
de la infancia ha de darse desde una parentalidad positiva clave para la
formación de futuros ciudadanos adultos, responsables y comprometidos con la
sociedad y para este ejercicio, es necesario
que se ofrezcan los apoyos que los padres y madres, necesitan para poder
desarrollar sus responsabilidades parentales viniendo a ser responsabilidad de
todos.
Sabemos
que la tarea parental, va mucho más allá de responder a las necesidades de
nuestros hijos/as y sin medios o tiempo para poder compartir momentos
cotidianos y la interacción con nuestros hijos/as, garantía de bienestar,
educación y desarrollo en los niños y niñas, no se hace factible.
Además el proceso de socialización,
requiere que los padres y las madres
tengan un abanico amplio de competencias que contribuyan al desarrollo y a la
educación. De ahí la importancia que manifestamos acerca de ofrecer desde el
ámbito laboral la posibilidad de desarrollar competencias parentales positivas
y no sólo centrar la excelencia en la adquisición de habilidades para un mejor
desempeño de nuestro puesto de trabajo.
Los niños y
niñas crecen sanos y felices cuando cuentan a lo largo de su desarrollo con referentes
estables implicados en el día a día de sus hijos, siendo su soporte
orientador, ofreciéndoles diálogo sin tiempos, afecto, una comunicación abierta y estabilidad
emocional.
Hasta el momento la crianza y el ejercicio de la parentalidad
positiva no ha
sido un objetivo fundamental del desarrollo de las políticas
de conciliación en España.
Aprovechando
que actualmente el Gobierno ha anunciado un Plan Integral de apoyo a la Familia
en el que da cabida al fomento de la Parentalidad positiva, consideramos que la
mejor conciliación de la vida personal y laboral es una exigencia social en la
que todos nos debemos de implicar ya que influye muy positivamente en el
bienestar de la infancia y en la garantía de sus derechos.
Explorar
y poner en marcha medidas de conciliación basadas en el interés superior de los
niños y las niñas requiere el compromiso real y el esfuerzo no sólo de los
poderes públicos, sino también de las empresas y el sector privado.
Al
fin y al cabo, la socialización primaria en la familia es clave para la construcción de futuros
ciudadanos adultos, responsables y
comprometidos con los cambios sociales, nosotros nos sumamos a lo dicho
por el Consejo de Europa y promovemos la parentalidad positiva como la fórmula idónea para velar por los derechos
de la infancia, garantizar su bienestar y asegurar su protección además de
favorecer un presente socialmente responsable.
Fuentes de información: http://www.congresopoliticasfamiliares.com