CUIDAR AL EMPLEADO,
ES CUIDAR LA EMPRESA Y NUESTRA SOCIEDAD.
En
las últimas décadas se han vivido importantes cambios sociales. Uno de los de mayor impacto ha sido el acceso e incorporación de la mujer al mercado
laboral, lo que ha supuesto un gran cambio en el reparto de tareas domésticas y
responsabilidades familiares. Otro de los cambios importantes es la
transformación sufrida en la escala de valores de sociedades desarrolladas o emergentes,
cambiando las prioridades de los empleados, que han pasado a anteponer la mera
recompensa económica por el trabajo
realizado, a valorar
prioritariamente aspectos ligados a una
determinada calidad de vida, como disponer de tiempo libre para uno mismo
y/o ara su familia.
Sin
embargo, estos cambios sociales no se
han integrado totalmente dentro de las empresas por lo que queda aun camino que recorrer, para que se integren y vean reflejados en
el ámbito laboral. Por esto es necesario que las empresas adapten sus
respuestas a los nuevos cambios sociales y ofrezcan medidas y servicios reales y
eficientes para compaginar las responsabilidades familiares y laborales, sin distinción
de género, tipología familiar, etc. de tal forma que así por un lado se
potencie la facilidad de las mujeres para incorporarse en aquellos puestos en
los que su cualificación lo permita o que los hombres decidan
corresponsabilizarse en igual grado con las tareas domésticas y responsabilidades
familiares, de tal forma que en dichas elecciones la dimensión familiar o el
desarrollo profesional no suponga una
interferencia en la toma de decisiones
ni repercuta negativamente en sus vidas.
Como
consecuencia de ello, todavía muchas personas se ven incapaces de compaginar
sus responsabilidades familiares con las del trabajo, repercutiendo
negativamente en su rendimiento laboral, causando absentismo, menor compromiso,
insatisfacción, estrés o pérdida de trabajadores cualificados.
Es
importante que, mientras se logra un acuerdo en dichos temas, las empresas valoren
e integren en el ámbito de la responsabilidad empresarial la aplicación de
políticas familiarmente responsables
como oportunidad para conseguir mayores beneficios. Resulta clave el
análisis de las necesidades y características particulares de la empresa,
planificar en consecuencia y aprovechar las ayudas públicas para aplicarlas en determinadas
situaciones, convirtiéndolas en valor añadido.
Teniendo
en cuenta medidas eficaces de
conciliación y adaptadas a necesidades verdaderas, como sociedad no
perderemos una parte del talento y el potencial profesional de las personas ya
que lo verdaderamente importante es
que prime la corresponsabilidad,
contribuyendo de esta manera al desarrollo no solo personal – profesional, sino
también familiar, colectivo y social.
Como
conclusión, podemos asegurar, que cuidar
al empleado y ocuparse de la mejora en el equilibrio emocional y familiar,
en autoestima, motivación, satisfacción personal y calidad de vida, suponen un
beneficio para los empleados y eso siempre
es positivo desde la óptica empresarial.
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